lunes, 20 de octubre de 2008

crisis energetica mundial


Los grandes yacimientos petrolíferos son una utopía, el último encontrado fue en 2003 ...
Crisis Energética Mundial

Actualmente, el mundo se encuentra en un periodo de crisis energética, ya que dentro de algunos años, la producción mundial de petróleo convencional empezará a disminuir, al haber alcanzado actualmente el límite de producción, mientras la demanda mundial no deja de aumentar.

El consumo de petróleo se cuantificó en el año 2004 en 82’5 millones de barriles al día (cada barril contiene 159 litros) (AIE 2004), constituyendo el 40% del consumo energético y de presentar un incremento anual de su consumo a escala mundial que se ha producido cada año en lo que va del siglo, siendo los EEUU el mayor contribuyente al haber incrementado su uso en un 20% en las últimas cuatro décadas. De ahí su continua atención sobre los conflictos del Oriente Próximo.

El choque resultante de esta creciente hambre petrolera junto con la disminución de la producción, es inevitable, a causa de la importancia de la dependencia de nuestras economías respecto del petróleo barato. Como alternativas se están barajando multitud de opciones, desde las energías alternativas o renovables hasta las energías nucleares, aunque ninguna de ellas cuenta con una viabilidad plena.

El petróleo, hoy en día, se encuentra por todas partes, desde los plásticos utilizados en los envases o aparatos eléctricos, hasta los fertilizantes utilizados en la agricultura tienen a éste como elemento base. Entre 1945 y 1994, la inversión energética en la agricultura aumentó 120 veces, mientras que los rendimientos de las cosechas sólo aumentaron 90 veces.

El conocimiento del cenit energético en el cual nos encontramos está obtenido de estudios estadísticos como el que realizó el geólogo M. King Hubbert, que predijo en el año 1956 correctamente el cenit de la producción petrolera en Estados Unidos para el año 1969 ocurriendo ésta en 1970. El pico de Hubbert para Oriente Medio se prevé hacia el año 2010, dependiendo de la tasa de crecimiento de la demanda china. Dichos datos también se fundamentan en el hecho de la caída de los descubrimientos de campos gigantes (yacimientos con más de 500 millones de barriles), cuyo cenit ocurrió en 1965.

Desde 2003 no se ha descubierto ninguno nuevo y el petróleo obtenido es pesado, es decir, se encuentra en arenas asfálticas que contienen un gran contenido en azufre, por lo que no es bueno para el refinamiento al requerir un mayor gasto energético en éste. Las arenas asfálticas tienen un TRE (Tasa de Retorno Energético) de 1 a 4, es decir, se necesita un barril de energía para producir cuatro. En los grandes yacimientos petrolíferos, que se encontraban en rocas muy porosas por lo que su extracción era mucho más sencilla y de ahí que se les denominase bolsas, además de que su calidad era mucho mejor, el TRE era de 1 frente a 100.

Alternativas Energéticas

El gas natural es el que más está aumentando su uso, constituyente el 24% del consumo energético, y tiene muchas ventajas, pero su explotación también contribuye al efecto invernadero y sigue una curva de Hubbert más pronunciada que la del petróleo, de manera que, una vez que se alcance el cenit, unos diez años después del petróleo, su declive será mucho más pronunciado. En Norteamérica la escasez de gas ya empieza a ser un problema acuciante.

El carbón es un combustible muy pesado, poco eficiente, con poca versatilidad y con un gran coste de extracción y de transporte. Aun así su consumo es del 25% del total de recursos eneréticos. Es muy contaminante (tanto su minería como su combustión) y es el causante de la lluvia ácida, además de contribuir al efecto invernadero. Estos problemas se verían incrementados si se tratase de sustituir con él al petróleo.


La fusión nuclear, similar ala que se produce en el neterior del Sol y que poporciona la energía que de él recibimos es la única alternativa, aunque pra su consecución tovadía requiere de innumerables avances tecnológicos...

Los biocombustibles no tienen las prestaciones que presentan los gasóleos obtenidos del petróleo y, para incrementar su producción significativamente, se tendrían que dedicar una gran cantidad de tierras fértiles a su cultivo, lo que es complicado en un mundo en el que el hambre y la desertización son dos de sus problemas de más difícil solución. Además, nuevamente el petróleo aparece como el recurso que está detrás de su desarrollo, pues el proceso de siembra, tratamiento, fertilización, riego, cosecha, transporte y distribución requiere de energía que en la actualidad se obtiene del “oro negro”.

La fusión nuclear, la que se producen el interior del Sol y que nos proporciona la energía que nos llega del astro, es la fuente de energía de la que se dice que resolverá todos los problemas energéticos en el futuro, pero las complejidades tecnológicas a superar son de tal magnitud que desde que se planteó inicialmente ya se advertía que no iba a estar disponible al menos antes de pasados unos 50 años, y así se continúa diciendo en la actualidad, pese a que han pasado más de 30 desde entonces. Se necesita alcanzar temperaturas superiores a cien millones de grados para que se produzca la reacción de fusión; materiales que resistan las altas temperaturas y la radiación; lograr que la energía liberada sea mayor que la necesaria para calentar y mantener aislado el combustible; y finalmente, desarrollar dispositivos que capturen la energía generada y la conviertan en electricidad, de tal manera que de todo el proceso se obtenga un balance energético suficientemente positivo.

La fisión nuclear presenta numerosas dificultades para implantarse a gran escala y a corto plazo: el enorme coste (económico y energético) de la construcción y desmantelamiento de cada central nuclear; la ausencia de soluciones al tratamiento y almacenamiento de los peligrosos residuos, que emiten radiactividad durante miles de años; el riesgo de accidentes nucleares y de atentados terroristas; los conflictos entre los países por el temor al posible empleo de la energía nuclear para fines militares; el gran impacto ambiental que genera la minería del uranio. En todo caso, aunque todos estos problemas se pudieran superar, el uranio también posee un pico de Hubbert, que se alcanzará dentro de unos 25 años, plazo que se acortaría si se incrementase el número de centrales nucleares.


Si el tanque de hidrógeno de su coche se rompiese en algún choque, el resultado sería una onda expansiva y una bola de fuego que arrasaría todo en un radio de cientos de metros...

El hidrógeno no es una fuente de energía ni un recurso natural y debe obtenerse a partir de otras materias primas (agua, biomasa, combustibles fósiles), necesitando más energía para obtenerlo de la que después proporciona. Se plantea como combustible para el transporte porque no es contaminante y en principio se podría utilizar de forma líquida, como los derivados del petróleo, aunque para ello se tendrían que conseguir temperaturas por debajo de los -253º C y presiones elevadísimas, lo que supondría un gasto elevado de energía. Ocupa 8 veces más volumen por unidad de energía que las gasolinas o el diesel, y haría falta adaptar a él los vehículos actuales y los sistemas de transporte y distribución de combustible que están implantados hoy en día, siendo su manipulación extremadamente peligrosa debido a su elevada inestabilidad.

Las pilas de hidrógeno cuentan con los inconvenientes antes citados y a su vez la necesidad de platino, uno de los metales nobles más caros del mundo.

La energía hidroeléctrica, que sólo aporta el 2,7 % de la energía global, tiene pocas posibilidades de incrementarse significativamente. Las grandes presas siempre causan gran impacto sobre las áreas donde se construyen, y obligan a desplazarse a las poblaciones residentes en las mismas. Además la regularidad hidrográfica cada vez es menor produciendo con mayor frecuencia largos periodos de sequía seguidos de periodos de lluvias torrenciales que no permiten su almacenamiento. También hay que añadir el hecho de que se pierde 66% de dicha energía en forma de calor en su transporte.

Las energías renovables (solar, eólica, mareomotriz, geotérmica…) representan tan sólo el 0,5 % del total mundial, y su incipiente desarrollo ha sido posible gracias a la disponibilidad de petróleo, que es utilizado tanto en forma de materia prima como de energía para la fabricación de los costosos materiales necesarios, y para la construcción de las infraestructuras aparejadas. La energía que proporcionan es difícil de transportar y de almacenar y su cantidad varía en función de agentes externos, además e contar con rendimientos no muy elevados. Si se aprovechase toda la energía eólica, mayor rendimiento, de la Tierra en los 100 metros más cercanos al suelo, algo inviable, la cantidad de energía tan sólo sería el 75% de la energía primaria que los seres humanos consumimos en la actualidad. Si hiciésemos dicha equivalencia con la energía solar fotovoltaica, necesitaríamos una superficie equivalente a toda España para conseguirla.

Ahorro Energético

El crecimiento poblacional y la economía de mercado han aumentado la demanda de productos y energía, creciendo la huella ecológica de la humanidad. La base de la economía mundial se basa en el concepto de crecimiento infinito que requiere de un 3% de incremento anual. Dicho crecimiento implica un que en apenas un cuarto de siglo, las necesidades energéticas se habrán duplicado y así sucesivamente. También hay que tener en cuenta el hecho de que el 75% de la población mundial consume el 25% de la energía y el 25% de los ricos consumen el 75% restante, por lo que si estos últimos quisiesen unirse al carro del consumo energético entonces las necesidades energéticas se multiplicarían entre 4 y 9 veces.


La única alternativa a la crisis energética inminente es una reducción en el consumo de energía, de no ser así la Humanidad sufrirá una auténtica pandemia...
Los EE UU y Canadá tienen el récord de consumo, constituyen sólo el 5% d ela población mundial y consumen el 30% de la energía primaria. Como solución a dicha problemática energética, los científicos sólo encuentran una reducción a nivel global del consumo de energía por individuo, es decir, un ahorro energético. El hombre primitivo proporcionaba 100 vatios hora al día siendo suficiente para su permanencia (una bombilla), un deportista en plena acción proporciona 1500 vatios. El consumo medio mundial per capita es de 2200 vatios sin embargo el consumo en EEUU es 12500W, mientras que en Europa es 4600W, proporcionando la misma calidad de vida aparente...

Referencias:
El mundo ante el cenit del petróleo. Fernando Bullón. Aeren
¿Desarrollo? ¿ecológico? ¿sostenible?. Pedro Pietro. Aeren

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